La industria alimentaria española ha liderado la economía del país durante los peores meses de la crisis sanitaria gracias a tres apuestas clave: materia prima de calidad, transformación digital —en respuesta a la creciente demanda derivada de las nuevas formas de consumo— y la búsqueda de mayor presencia en los mercados exteriores.
Si bien los nuevos y antiguos desafíos mantienen el nivel de tensión necesaria para seguir trabajando en innovación y mejoras competitivas, en 2021 podemos afirmar que hay razones para la introducción paulatina de signos claros de optimismo en el sector.
Las cifras recogidas en el Informe 2021 sobre el Sector de Alimentación y Bebidas de Alimarket, sobre el año duro de la pandemia son claras: la industria alimentaria ha sobrellevado con dignidad los peores meses de la crisis.
Aunque lógicamente su producción se resintió debido a las limitaciones de los canales fuera del hogar y la hostelería y el hundimiento del turismo, el descenso fue solo de un 5,3%, un resultado significativamente mejor que el del resto de la industria manufacturera.
En cuanto a la producción por sectores, la industria cárnica volvió a crecer en 2020 por valor de la actividad y personas ocupadas.
PRINCIPALES MAGNITUDES DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA
SIGNOS DE RECUPERACIÓN
Se espera una recuperación del empleo en el sector, hasta el punto de que la tasa de paro descendería por debajo del 15% en 2022, según el escenario de análisis manejado por el Banco de España.
Uno de los retos más importantes del sector es el crecimiento de la inflación a consecuencia de la evolución al alza de los costes energéticos, que repercuten en los precios de materias primas y transporte, así como en la capacidad de compra del consumidor.
Por otra parte, la demanda de los hogares creció el año pasado tanto en volumen como en valor, con una subida del precio medio de 2,7 puntos.
Los hábitos de los consumidores se vieron modificados drásticamente durante los meses de confinamiento, produciéndose el «boom» de la cocina casera y, sobre todo, de la repostería.
Por primera vez la familia de frutas y verduras se convierte en la principal partida de gasto en alimentos de las familias.
EVOLUCIÓN DEL CONSUMO EN ALIMENTACIÓN Y BEBIDAS EN LOS HOGARES
LIDERAZGO EN LOS MERCADOS EXTERIORES
La evolución de las exportaciones de alimentos españoles fue la mejor entre las de las grandes economías europeas.
Aun con resultados desiguales según las familias de producto, el crecimiento del 4,1% en el total del sector supuso ventas por 48.000 M€
El principal motor de este crecimiento fueron las ventas de productos cárnicos a China, atendiendo la demanda de porcino del gigante asiático y aprovechando las crisis que atraviesan otros países proveedores.
También el sector hortofrutícola mejoró sus números, al igual que panadería, pastelería y galletas, las bebidas (con y sin alcohol) y el capítulo de alimentación diversa. En conjunto, el saldo comercial creció un 15%hasta los 22.700 M€, casi triplicando el obtenido en 2010.
